Hay mucho amor en mis libros, aunque a veces éste vaya acompañado de ríos de sangre… La vida es así.
Dos meses de encierro a causa del confinamiento provocado por en Covid-19. Ese ha sido el tiempo que ha necesitado Oriol Villar-Pool para sacar del armario algunos viejos relatos. Textos casi olvidados a los que tras quitarles el polvo ha decidido hacer que vean la luz. “El silencio de los locos y otras historias reales” es una recopilación de 15 de los relatos a los que el autor ha considerado que les había llegado la hora del veredicto del público. Por eso los ha publicado en Amazon tanto en su versión electrónica (ebook) como en papel en tapa blanda. Ahora es el tiempo de los lectores. Nos reunimos con Oriol Villar-Pool para comentar algunas cosas sobre su libro “El silencio de los locos”.
Han pasado más de veinte años desde que escribió algunos de los relatos que recoge “El silencio de los locos” y ahora parece haber llegado el tiempo de lo que Oriol Villar-Pool dice tratarse de un ajuste de cuentas. Al parecer se trata de relatos e historias olvidadas en sus carpetas y en su memoria. Las circunstancias excepcionales del tiempo extra obtenido a causa del confinamiento han sido el detonante para revisarlas, ponerlas al día y publicarlas, de una vez.
Parece clara la motivación para publicarlas ahora, pero uno se pregunta por qué ha esperado tanto para publicarlos.
La verdad es que no lo sé. Había algo en mi que me lo impedía, o quizá es que pensaba que ya había pasado su tiempo. No lo sé.
Dice que eran como una presencia que le perseguía y que le impedía profundizar en proyectos más recientes. Afirma que los publica ahora a modo de terapia. No por que hacerlo me libere en ningún modo, sino porque quizá el hacer ver la luz a estos textos me reafirme en mi propia experiencia y me ayude a continuar vomitando mis emociones al mundo.
Al parecer eran historias que siempre regresaban a él, que parecían reclamar su libertad. Parecían solicitar el pasaporte hacia su independencia, su permiso para volar. ¿Y quién soy yo para impedírselo? afirma el autor.
Y después de tanto tiempo cabe preguntarse si se sigue reconociendo en ellos.
Quizá durante el proceso de escritura, sí… Pero ahora te aseguro que tienen vida propia y cada vez los veo más distantes a mi.
eran historias que siempre regresaban a él, que parecían reclamar su libertad. Parecían solicitar el pasaporte hacia su independencia, su permiso para volar. #OriolVillar #Elsilenciodeloslocos Clic para tuitear

Oriol Villar-Pool
¿Qué quieres decir?
Que cuando releo los relatos cada día tengo más la sensación de no reconocerlos como mis hijos, los leo y me parecen la obra de otra persona… quizá sean las chaladuras de todo escritor. No lo sé
A Oriol Villar-Pool siempre le ha gustado a escribir, pero al parecer nunca se decidía a publicar y para ello Oriol Villar-Pool, parece tener una explicación.
Cuando tenía 16 años me regalé una máquina de escribir eléctrica con la que escribí algunos de mis relatos quizá más inspirados. Hoy, cuando echo la mirada hacia el averno del tiempo, sonrío al recordar aquel golpeteo sistemático de las teclas sobre el papel.
Y al parecer te gustó la experiencia y ha continuado haciéndolo durante décadas… Nunca he sentido mayor placer que cuando alcanzo un grado de concentración tal, que escribo durante varias minutos o varias horas sin levantar la cabeza del teclado. En la pantalla de mi ordenador se va construyendo un relato en el que personajes y situaciones cobran vida de modo independiente a mi propia voluntad.
Afirma que tras un periodo de reposo del texto, regresa al papel en el que ha dejado una parte de sí mismo, y es frecuente que no se logre reconocer en él.
Al leer los relatos incluidos en “El silencio de los locos” cabe preguntarse cuanto hay de autobiográfico en ellos, pues lo parece ya que muchos de ellos están escritos en primera persona.
Ya me gustaría a mí haber pasado muchas de las cosas que les ocurren a mis personajes. Aunque pensándolo bien, en mis historias suele haber mucho dolor. Eso es cierto, pero qué sería de la vida sin el dolor. Cómo íbamos a saber lo que es el placer si no conocemos su opuesto para compararlo. No hay mayor gozo que el que se compara con el sufrimiento. A fin y al cabo ambas son sensaciones que le hacen a uno ser consciente de su propia vida y de su existencia.
“El silencio de los locos” en una recopilación de relatos de los más variopinto y no puedo evitar pedir una explicación de ello a su autor.
En “El silencio de los locos y otras historias reales” hay un poco de todo, eso es cierto. Si me preguntas cúal es su relación, el hilo conductor o el nexo entre todos esos relatos no sabría muy bien qué responderte.
En el subtítulo del libro reza la siguiente sentencia, «Apuntes sobre el amor, el odio, el horror y otras cosas»… Pues quizá ahí se encuentre la respuesta. Si tuviera que elegir una de esas cosas quizá me atrevería decir, aun a riesgo de no ser comprendido que se trataría de una serie de relatos de amor, a veces sangrientos y cargados de odio y crueldad pero amor a fin y al cabo.
En “El silencio de los locos” el lector podrá encontrar Amigas despechadas; viejos profesores travestidos; espabilados musculados; entierros estrafalarios; Heavys sin futuro; conejos voladores; convenciones lisérgicas; sesiones de cine sangrientas; siniestros urinarios; filetes vengadores; ansias de independencia; y locura, mucha locura.
Aún a riesgo de parecer una escritor de género en mi opinión demuestras tener un buen ojo para observar al ser humano y profundizar en su interior.
Se trataría de una serie de relatos de amor, a veces sangrientos y cargados de odio y crueldad pero amor a fin y al cabo. #OriolVillar #Elsilenciodeloslocos #Libro #Amazon Clic para tuitear
Algunas emociones, algunos sentimientos, algunas situaciones, algo de todo ello, añadido a una enfermiza capacidad de observación y de escucha, me han llevado a lo largo de la vida a empatizar con el prójimo, quizá en exceso. La empatía siempre es una sensación excesiva y nada beneficiosa, y yo tiendo a practicarla con quienes ni siquiera conozco.
Siempre he sido observador y siempre he escuchado las conversaciones de los demás. Y si a ésto le añades mi imaginación y un poco de mala uva, pues ya lo tienes. ¿Eso es conocer al ser humano? No lo sé. Yo creo mis propios personajes y sus propios universos. ¿Es eso reflejo de la realidad? le dejo al lector que lo decida… Tampoco sé si esa es mi intención. Te aseguro que no pretendo hacer Tesis con mis relatos.
Oriol Villar-Pool dice que sus relatos no tienen demasiado de autobiográfico, pero vuelvo a mi interés por el uso de la primera persona en su narración y le pregunto si no le da miedo que se confunda al autor con el narrador.
Me divierte mucho esa situación. Quienes me conocen reconocen muchas cosas, o por que me hayan ocurrido a mí o porque me las hayan oído contar. Eso les desconcierta mucho. A mí me hace gracia pensar que proyecto con mis relatos una vida personal y secreta, sin duda mucho más atractiva de lo que es en la realidad.
Los personajes que protagonizan cada uno de los quince relatos que incluye “El silencio de los locos” son de lo más diverso. Para ello Oriol Villar-Pool también parece tener una respuesta clara.
Cada personaje vive su vida, al igual que todos nosotros, como si fuera el centro mismo del universo, y la realidad suele ser muy otra. Dicen que no somos nada, o casi nada, en la globalidad del universo. Yo creo que somos importantes y sí creo que somos el centro de la vida, no como un ego exacerbado, sino como el respeto, el valor y el conocimiento que nos bebemos a nosotros mismos. Pero ésto, claro está, nos puede llevar a una visión completamente distorsionada de esa realidad.
El Dr. Cifuentes en el relato titulado “El silencio de los locos “ se cuestiona su autoridad para privar a Paquita de la posibilidad de volver a la vida. ¿Quiénes somos cualquiera de nosotros para pretender modificar el punto de vista de cada uno de nuestros vecinos? Allá cada uno con sus creencias, ideologías y fes.
Esos personajes son víctimas de descripciones y situaciones en ocasiones podría decirse algo “salvajes”, pero en el fondo se vislumbra un cierto cariño hacia ellos.
Puedo criticar e incluso mofarme de ciertos comportamientos concretos, pero las personas son algo demasiado importante como para dejarnos llevar por una serie de prejuicios miserables que pretenden colocarnos por encima del universo. En el caso de Julián en «Un tipo relativamente normal» claro que le atizo, como a su padre y a las cuidadoras, pero creo que en el conjunto del relato él sale bien parado, incluso me atrevería a decir que llega a convertirse en un, digamos, ¿Superheroe?
Los personajes son víctimas de descripciones y situaciones algo salvajes, pero en el fondo se vislumbra un cierto cariño hacia ellos. #OriolVillar #Elsilenciodeloslocos #Libro #Amazon Clic para tuitear
Entre tanta sangre y situaciones extremas florece y/o se marchita el amor en los relatos, esta afirmación hace gracia a Oriol Villar-Pool y rápidamente se defiende.,
En “El silencio de los locos” se encuentra el amor en sus distintas maneras de entenderlo, del sentimental al paterno filial, del sumiso al envidioso, y como no al «propio». Hay mucho amor en mis libros, aunque a veces éste vaya acompañado de ríos de sangre… La vida es así.
¿Eso es lo que tiene en común con MicroDolor, tu libro de poemas?
Puede que sí. Quizá el amor, en todas sus vertientes y caras sea la gran fuerza que mueve al mundo y que hace que el ser humano se mueva con él… Aunque se puede sufrir mucho.
¿Dónde se puede encontrar “El silencio de los locos”?
Por el momento se puede encontrar en Amazon tanto en su versión ebook como en tapa blanda.
Texto y fotos de María Martínez de Artola
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